La práctica profesional, basada en los conocimiento adquiridos, la literatura y la experiencia, son el motor base para construir procesos realmente funcionales, pues de nada sirve la creación de manuales, de certificados y de metodologías , si estas no son ejecutadas directamente sobre las necesidades de las personas que tienen limitaciones en su movilidad. Ahora bien los procesos de acceso a este tipo de tecnologías en ocasiones es muy limitante y eso es responsabilidad gubernamental, así que estamos a expensas de leyes que regulen esto y por esos mismo debemos capacitarnos en manejo legislativo y de conocimiento de recursos jurídicos buscando los mayores beneficios para nuestros pacientes.